El próximo 14 de enero de 2020 el sistema operativo (SO) Windows 7 dejará de recibir actualizaciones de seguridad. Este final del soporte del sistema operativo de Microsoft puede acarrear un problema en cuanto a la protección de datos y la ciberseguridad.
Windows Server 2008 presenta un panorama peligroso en cuanto la seguridad de los datos de los equipos que aun tenga el sistema operativo Windows 7 instalado en sus dispositivos. De hecho según el estudio que publica Kaspersky Security Network, casi un 48 % de las pymes y autónomos dependen de estos SO (Windows XP, Windows Vista, Windows 8 y Windows 7).
Seguir con estos sistemas operativos puede deberse a diversos motivos por parte de las empresa. Entre ellas el coste de la actualización o por falta de tiempo. En caso de tener un equipo con Windows 7 pueden seguir recibiendo actualizaciones con un coste extra o actualizarlo a Windows 10 con el código de licencia y el programa de actualización de Windows.
¿Pero que supone el seguir con este SO y a qué puede derivar su uso en cuanto a protección de datos? Uno de los cambios fundamentales en la LOPDGDD y el RGPD está en la protección de los datos personales. Las empresas deben de tomar las medidas necesarias para que todos los dispositivos electrónicos que tenga la organización estén actualizados a la última versión, con sistemas de seguridad, corta fuegos, copias de seguridad … En caso contrario puede incurrir en una grave negligencia por no adoptar las medidas técnicas necesarias para proteger en todo momento la seguridad de los datos.
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